null
Ir al contenido principal

¿Qué riesgo tiene administrar demasiado almidón a perros y a gatos?

¿Qué riesgo tiene administrar demasiado almidón a perros y a gatos?

Publicado por Virbac -

Para nuestros perros y gatos, es fundamental que su alimentación se adapte a sus características de animales carnívoros.

La alimentación que conocemos como “pienso” o “croquetas” tiene en su composición parte de ingredientes de origen vegetal, como el almidón, pero es importante que se encuentre en su justa medida y no en exceso, para que no juegue en contra de la salud de nuestros mejores amigos.


¿Qué es el almidón y por qué se utiliza en la alimentación animal?

El almidón es el componente de reserva de los vegetales, es un hidrato de carbono complejo, que a los carnívoros les resulta muy difícil de digerir por la escasez de las enzimas necesarias para convertirlo en moléculas más pequeñas que faciliten su digestión.

En la industria de la alimentación animal es ampliamente utilizado, ya que para la fabricación del pienso se necesita un nivel mínimo de almidón para asegurar que las croquetas se expandan de forma adecuada y se consiga una consistencia apropiada de las mismas. No obstante, es fundamental establecer un límite en su incorporación al alimento final, ya que, si no, podemos tener importantes consecuencias negativas en la salud de nuestros animales.


El exceso de almidón causa daño a nivel digestivo

Los animales carnívoros están adaptados para la digestión de las proteínas y las grasas, en cambio, tienen dificultad para digerir los hidratos de carbono.

Esto es así porque los gatos carecen de la enzima amilasa en la saliva, que es fundamental para digerir los hidratos de carbono, y la actividad de la amilasa en el páncreas es baja por lo que tiene que hacer un esfuerzo extra para digerir el almidón. Los perros toleran mejor los niveles elevados de almidón que los gatos, pero ambos pueden sufrir problemas digestivos ante un exceso de almidón.


Almidón como precursor de enfermedades: diabetes y obesidad

Un consumo elevado de hidratos de carbono favorece la ganancia de peso en perros y gatos. Eso es así porque el aparato digestivo y el metabolismo de nuestros animales no está adaptado a su consumo en cantidades importantes.

Los hidratos de carbono, como el almidón, son una fuente de glucosa rápida y directa. El incremento de glucosa en sangre después de su ingesta es elevado y súbito, lo cual estimula una secreción excesiva de insulina (hormona que favorece la entrada de glucosa de la sangre hacia el interior de las células para su utilización), favoreciendo la aparición de diabetes mellitus por resistencia a dicha hormona.

La glucosa es la molécula energética por excelencia. Los carnívoros la sintetizan a partir de los aminoácidos que conforman las proteínas mediante un proceso denominado gluconeogénesi, el cual no solo favorece la liberación lenta de esta molécula sino que además consume parte de la energía aportada limitando su utilización para la formación de tejido graso. Es por eso que una dieta rica en proteínas limita la cantidad de energía en la dieta y previene la obesidad.

El tracto urinario también se ve afectado por el almidón

Las dietas con un contenido elevado de hidratos de carbono pueden causar enfermedad a nivel del tracto urinario, ya que existe un riesgo mayor de formación de cálculos de estruvita y oxalato cálcico cuando hay un exceso de almidón.

Como ves, son varios los daños para la salud de perros y gatos de las dietas basadas en un elevado contenido de almidón. Una formulación nutricional expresamente baja en hidratos de carbono y rica en proteínas significa que no solo se eliminan los riesgos asociados a los hidratos de carbono, sino que pueden conseguirse todos los beneficios de las proteínas, asegurando una conservación óptima de la salud de nuestros animales.

Otros artículos sobre nutrición: