La calidad de vida de los gatos domésticos está directamente relacionada con la alimentación que reciben , tanto por lo que comen como por cómo lo comen. Para garantizar el bienestar físico y emocional de tu gato será esencial que le alimentes bien.

¿Qué debe comer?

Ya hemos comentado en otros posts que el gato es carnívoro por naturaleza y como tal necesita una dieta rica en proteína. La dieta rica en proteína no solo conviene al gato porque es su elección natural, sino que también es beneficiosa para ayudarle a mantener un peso adecuado y un correcto desarrollo y mantenimiento de su musculatura .

Si tu gato está castrado, como lo está la gran mayoría de los felinos domésticos, no olvides adaptar su alimento para prevenir la obesidad y otras patologías como la diabetes (que puede ser consecuencia de la anterior) o las patologías del tracto urinario inferior. Además, una dieta de alta calidad, es decir, rica en proteína de origen animal, tendrá un efecto beneficioso tanto en el pelaje como en las heces de tu animal (menor volumen, heces firmes, etc.).

¿Cómo debe comer?

Los métodos de alimentación más comúnmente utilizados por los propietarios son, o que los gatos tengan un plato lleno de alimento seco disponible las 24 horas del día o bien que se les sirva una comida en su bol 2-3 veces al día.

Para los gatos que viven al aire libre u outdoor, el tipo de alimentación “ad libitum”, es decir, tener su bol constantemente lleno, puede ser una opción correcta ya que con el estímulo constante que supone la naturaleza suelen realizar mucho ejercicio. En cambio, en los gatos indoor (de interior), que típicamente realizan menos ejercicio, una fuente permanente de alimento puede conducir rápidamente a la obesidad puesto que, cuando los gatos se aburren les pasa como a muchos seres humanos: les entran ganas de comer, aunque no tengan hambre.

A continuación, te dejamos cuatro simples consejos para corregir los hábitos alimentarios de tu gato para que coma bien y a gusto.

1. Distribuye las comidas a lo largo del día. Idealmente, y especialmente si se la das directamente en el bol y se la come toda al momento, deberías dividir su ración diaria como mínimo en 5 tomas.
2. Aprovecha las comidas para estimular a tu gato y practique ejercicio. Puedes utilizar un juguete del que tenga que sacar la comida. Esto no solo lo mantiene entretenido y evita que se aburra, sino que además le ayuda a comer más lentamente y la ración le dura más.
3. Si tu gato convive con otros gatos, asegúrate de que cada animal se alimenta por separado . Esto lo puedes conseguir alimentándolos en puntos distintos de la casa con tal de que no tengan contacto visual entre ellos o en diferentes momentos o poniendo sus boles a distintas alturas.
4. Es muy importante que tu gato tenga siempre agua fresca disponible . No te olvides de esto, ya que los gatos tienden a beber menos de lo que deberían y, si además su agua está sucia y caliente, no van a beber lo que necesitan.

No olvides que esto son solo recomendaciones y consejos generales. Nosotros no conocemos a tu  gato (aunque nos encantaría), pero tu veterinario sí. Pídele consejo siempre que lo necesites

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